A todos nos ocurre que no conocemos bien un tema de conversación y, para jugar sobre seguro, reproducimos comentarios que hemos oído por ahí y que damos por hecho que son ciertos. Recuerdo la anécdota de un amigo mío al que no le gusta el fútbol y que le pidió a nuestro grupo un par de frases generales sobre fútbol para soltarlas en el trabajo. Al día siguiente nos contó cómo había triunfado repitiendo como un loro “el fichaje de Neymar ha reventado el mercado”, y cómo todos le habían dado la razón tan alegremente sin saber siquiera lo que estaba diciendo. No pasa nada, sea más o menos
intencionadamente, todos hacemos algo así alguna vez en nuestro entorno cotidiano. Lo importante es hablar en estos casos con prudencia y con respeto, y tener una actitud abierta ante las posibles respuestas y explicaciones que te dé la gente que sí que conoce en profundidad el tema. No podemos saber todo de todo, pero sí podemos aprender de todo lo que oigamos.
La mayoría de las veces estos comentarios generales no molestan, son simpáticos y denotan una buena disposición. Pero hay que tener en cuenta al menos tres cositas:
- Si los procesas, mejor. Es decir, puedes repetir la frase sin más, como “Neymar ha reventado el mercado de fichajes”, y si la has oído muchas veces es probable que sea cierta. Sin embargo, es mejor si comprendes lo que estás diciendo, al menos de una forma superficial. Más que nada porque te pueden contestar con un argumento en contra y ahí estás perdido si no tienes ni la más remota idea acerca de lo que hablas.
- Intenta no hacer comentarios ofensivos. Ya que estás pasando por encima y como si nada de un tema que requiere un conocimiento muy profundo, por lo menos no te dediques a insultar a la peña. Puedes quedar muy mal si les da por contestarte.
- Humildad. Estos comentarios generales se hacen para ser majo y no ser desplazado en una conversación de la que quieres aprender… ¿no? No debes utilizar este poder para hacer el mal. No trates de imponer un conocimiento que no tienes, ni de ser el más listo de la clase. Se trata simplemente de no quedar mal y de aspirar a saber más. Hay veces, de hecho, en las que es incluso mejor hacer preguntas en vez de comentarios.
Dicho esto, he aquí algunos comentarios con los que puedes triunfar (o al menos no salir mal parado) de una conversación sobre flamenco con aficionados o profesionales. Los voy a ordenar de menos arriesgados (los más generales, pero casi imposibles de rebatir) a más arriesgados (con estos hay que tener cuidado sobre dónde, cómo y con quién se dicen, conviene manejarlos bien).
1. Paco y Camarón eran los más grandes. Nadie se va a enfadar porque digas que estos dos genios eran los más grandes. Es prácticamente cierto y, aunque alguien pueda tener gustos diferentes con respecto a otros artistas que prefieran, te reconocerán sin problemas que eran, sino los más, de los más grandes. Hablar bien de Paco y Camarón es siempre un valor seguro, pues nadie tiene problema en reconocer su maestría absoluta, está más que demostrada.
2. Paco y Camarón revolucionaron el flamenco. Paco y Camarón dieron a conocer el flamenco al público amplio, en el flamenco hay un antes y un después de Paco… Derivados efectivos del comentario 1.
3. El flamenco es una música mucho más compleja y completa de lo que parece. Eso es tan cierto como la vida misma. Para quien no sepa de verdad hasta qué punto, le recomiendo meterse de lleno en esta maravillosa música… merece la pena.
4. Es que el flamenco no sólo son rumbas y canciones famosas de “Los Chunguitos” (o cualquier otro nombre intercambiable). Es totalmente cierto, y recomiendo encarecidamente ahondar en ese aspecto a los que se inician en el mundillo.
5. El flamenco ha cambiado mucho. Perfecto. Limpio. Impecable. Lo suficientemente verdadero y lo suficientemente ambiguo como para impulsar un nuevo tema de conversación. Abre las orejas en cuanto sueltes esta perla, porque vas a oír un debate realmente interesante.
6. El silencio también es música. Un auténtico órdago. Ojo con esta bomba; es de esas reflexiones que en su día fueron híper sorprendentes, pero que ahora ya sabe todo el mundo. Si estás dispuesto a soltar esta frase sin saber nada de nada, eres un valiente o un suicida. Te recomiendo escuchar música con este pensamiento en mente, descubrirás muchos silencios que de verdad te muevan por dentro.
7. Muchos flamencos no han sabido música, no hace falta saber música para ser un buen artista. Cuidadito con esta que también es peligrosa. Es cierto que los flamencos, tradicionalmente, no han sabido solfeo ni teoría musical, y han hecho grandes obras y preciosas músicas. Pero no debes confundir “no hace falta saber música para ser un buen artista” con “hace falta no-saber música para ser un buen artista”. Muchos confunden el significado de estas dos sentencias. Decir que el conocimiento mata la creatividad puede hacerte popular en algunos círculos, pero hoy en día no es una reflexión tan bien recibida. Mejor ser prudente y decir algo como “muchos grandes músicos no han sabido música… aunque por supuesto saber más siempre aporta, pero no es absolutamente necesario”. ¡Así sí! Con amabilidad y respeto, y siempre abierto al debate. ¡Esa es la actitud!
8. Hoy en día hay muchos músicos con una técnica extraordinaria, pero que no tienen alma o no transmiten nada. Para mi gusto la mejor de todas. Se lleva la palma. Es la frase más de moda, la reina de la fiesta. Si colocas esta frase en el momento justo, no sólo no se notará que no sabes, sino que, además, ¡parecerás un auténtico experto! Ahora bien, puede volverse un comentario peligroso si se utiliza torpemente. Es una reflexión que se hizo muy popular con el abuso de la técnica en el flamenco y que es cierta en muchísimas ocasiones. Sin embargo, hay tres puntos importantes a tener en cuenta a la hora de soltarla tan alegremente: a) Saber realmente qué te transmite alguien y por qué, no soltar esta frase porque sí cada vez que veas tocar a un japonés o a un estudiante joven con mucha técnica. b) Si no estás seguro, no dar nombres en concreto, ¡ni mucho menos decírselo al propio artista al que acabas de ver tocar o cantar! (en serio, sé que es difícil de entender, pero a nadie le gusta escuchar que no tiene alma). c) Asegúrate de escuchar tocar, bailar o cantar al artista del que dices que tiene mucha técnica pero no alma… sólo por saber que estudia en el conservatorio, que es joven o extranjero o que tiene buena técnica, no puedes juzgarle como artista. Si dices esto de alguien sólo por verle charlar tomándose una cerveza, y luego resulta que toca y te hiere y te hace vibrar como nadie, no vas a quedar muy bien que digamos.
Y estos son, en definitiva, algunos comentarios de los que más se oyen por ahí, seguro que sois capaces de encontrar muchos más. Es divertido e interesante conocerlos, pero, a pesar de todo, sigo recomendando, tanto en el flamenco como el resto de disciplinas de la vida, preguntar sobre lo que no sepas y entiendas en lugar de intentar impresionar a nadie. A la larga impresiona más el que acepta su desconocimiento y acaba aprendiendo de él, puesto que, las cosas como son, hay algo mucho peor que no saber, y es no querer saber.
Escribir comentario